Trabajaste duro, dijiste que no a cada una de las cosas dulces, saladas, chatarras, grasosas, hipercalóricas que te ofrecieron, no te saliste ni por un segundo de lo planeado, te despertás orgullosa de tu propia disciplina y dedicación porque todo está saliendo tal y como querés. Llegó el momento de la verdad, te subís expectante a la balanza, SORPRESA! ni un miserable gramo menos.
No te desanimes, el cuerpo tiene sus tiempos, chequeá que no te estés por indisponer, podés estar reteniendo líquidos y tantas otras cosas, pero entre ellas, una muy importante: estás adelgazando sin bajar de peso.
La imagen es bien clara. Para ser honesta, ayer esperaba ver 500 gramos menos de los que ví en la balanza, pero lo pensé y... viste en el supermercado lo que es un paquete de grasa de medio kilo? bueno, eso es lo que me saqué de en cima en una semana, OK, puede ser líquido, puede ser un montón de cosas pero en caso de haber quemado grasa, es más o menos un paquete de esos lo que ya no tengo.
Y es ahí donde radica la importancia de tomarse medidas antes de iniciar un proceso de adelgazamiento. No es tan relevante el peso más allá de lo que exprese sobre nuestra salud (desnutrición/ delgadez severa. infra-peso.. bajo peso/delgadez aceptable... peso normal/ sobrepeso obesidad grado 1 obesidad grado 2 obesidad grado 3 obesidad mórbida)
La mejor forma de comprobar nuestro descenso de peso es de lo más espontánea y cotidiana del mundo: LA ROPA... sí... pesarte muy seguido y desesperarte pesando lo que comes para contar calorías puede enfermarte a nivel mental y emocional
desencadenando un desorden alimenticio (tca= trastorno de la conducta alimentaria/ ed= eating disorder / DA= desorden alimenticio) y eso no es aceptable ni mucho menos necesario. Así que si contás cada una de las kcal que ingerís, y te pesás semanalmente ;) concientizate de que es solo hasta que veas en el espejo una forma de cuerpo armoniosa (salvo que tengas dismorfia corporal), o tu peso sea sano (ni muy bajo ni muy alto).
Medite para tener una mayor precisión respecto de tus proporciones, cuando termines el régimen, solo seguí haciendo ejercicio y compará tus medidas actuales con las del inicio, y hacelo cada vez que la balanza te indique un número más alto pese a haber llevado todo de forma correcta.
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